lunes, 26 de agosto de 2013

Fútbol, cáncer


  Este país es una mierda, sin paliativos. Cómo puede tener el Real Madrid 90 millones de euros para el fichaje de un jugador y el CNIO tenga que hacer un recorte de su presupuesto de algo más de tres millones de euros, despdidiendo a cerca de sesenta personas, sin estar asegurada su financiación a largo plazo...(Les recuerdo que CNIO son las siglas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, es decir, sobre el cáncer).
   Cómo puede haber esa desproporción tan inmensa entre los recursos dedicados a la investigación sobre el racimo de enfermedades más mortíferas que existen, y una actividad tan absolutamente insignificante e inane como es el fútbol. No me vale decir que los primeros son dineros privados, que pueden invertirse en lo que genere negocio y ya está, y los segundos son públicos, habiendo como hay una crisis y unos presupuestos restrictivos. No me vale porque ése es el quid de la cuestión y nos lleva a un nódulo de preguntas angustioso o qué puñetas estamos haciendo con esta sociedad y sus potencialidades.
  No, no es una mierda este país, dirán algunos. Tiene sus compensaciones: siempre podrás, cuando te estés muriendo de cáncer, poner el televisor y contemplar un bonito partido de fútbol.
 (¿Cuál es el verdadero cáncer?)

domingo, 23 de junio de 2013

Derecho al pataleo




Frente a las situaciones que nos indignan, por lo menos el derecho al pataleo.
Lo malo es que la mayoría prefiere las patadas al balón.
(Me gusta la imagen; es como una trasposición contemporánea del pie de la Inmaculada Concepción católica pisando el reptil del Mal -el demonio- enroscado en el globo terráqueo...)

Protestas en Brasil

Los brasileños protestan. Protestas masivas en Säo Paulo, protestas en Brasilia. Lo que comenzó siendo una protesta puntual contra la subida de los precios en los transportes, se ha convertido en un grito contra la corrupción y el despilfarro generalizados. Con un mundial de fútbol en lontananza y la Copa confederaciones en juego ahora, parece que los presupuestos se han inclinado escandalosamente hacia las inversiones en infraestructuras deportivas y no hacia la inversión en educación y sanidad.
A ello se unen situaciones de pobreza y de violencia estructurales sobre los que quiere llamar la atención la ONG que ha organizado la performance de los quinientos balones en la playa de Copacabana (ver fotografía). Ah, pero el fútbol sigue, es decir, el negocio de un puñado de ventajistas y el lucimiento de unas cuantas docenas de deportistas -hombres todos, por cierto. En un país emergente y de inmensas posibilidades, como es Brasil, gobernado por una mujer.

domingo, 26 de mayo de 2013

Si puedes leer esto


A ver si damos importancia a lo que verdaderamente la tiene.

domingo, 28 de abril de 2013

Qué es el ser humano



Qué es el ser humano. Este clásico interrogante está con nosotros desde los orígenes mismos de la filosofía. Pero, como nos recuerdan los autores de este ensayo, no existe una definición moderna -con todos los rasgos específicos- de lo que un Linneo dieciochesco llamó Homo Sapiens.
Cuáles son los rasgos propios de nuestra especie, esos que nos hacen precisamente como somos, tan diferentes -aunque las diferencias con nuestros parientes más próximos, los chimpancés, no superen el 2% del genoma.
Cuáles son esos rasgos, tras el impacto de las nuevas ciencias de la vida y su amplia cohorte de conocimientos incorporados.
A esta pregunta, básica en su formulación pero compleja en su respuesta, trata de responder este libro. Dividido en tres partes, tituladas "Pasado", "Presente" y "Futuro", cada una de ellas se centra en cuestiones que atañen a esa respuesta pero con contenidos diversos. En el primero, aunque los autores no quieran hacer un tratado de Paleoantropología las referencias son obvias; en el segundo, se incluye un listado con las características físicas, sociales y culturales que definirían nuestra especie, y a las que se hará referencia con posterioridad. Es curioso comprobar cómo se define, al final de este apartado, la psique humana más por su fantasía y la potencia de sus sentimientos (la pasión, simplificando) que por la inteligencia y la capacidad de razonamiento. El ser humano sería, pues "fundamentalmente social y emocional" (pág.294). 
   En la tercera parte -la dedicada al futuro, a la especulación sobre el futuro de la especie humana, cómo será en tiempos venideros- es de resaltar las continuas referencias a las obras de ficción, literarias sobre todo pero cinematográficas también. Quizá porque seguimos siendo los mismos de hace cuarenta mil años, cuando toda la complejidad del mundo podía encerrarse en un conjunto de símbolos pictóricos o en una narración tejida en torno al fuego benefactor.
   Un libro, en fin, muy interesante para quienes sientan curiosidad por el tema y no sólo desde el punto de vista paleontropológico como en otras obras de Arsuaga ("La especie elegida", magnífica síntesis divulgativa). Recomendable cien por cien. No les defraudará. Ah, y si esta obra les produce tanta admiración como a mí y se quedan con los ojos en blanco, no olviden que la esclerótica -el blanco de los ojos- es una característica específicamente humana con un potencial de comunicación innegable, es lenguaje humano (págs. 107, 112 y 249).

(Por cierto, el libro carece de un índice temático; los capítulos tienen títulos muy creativos, al estilo de los divulgadores norteamericanos - por ejemplo "El espíritu de la colmena"-, pero son muy poco informativos. Tampoco hay una bibliografía, aunque en el texto se citan los autores y los títulos con los años de edición).

Juan Luis Arsuaga y Manuel Martín-Loeches. "El sello indeleble". Barcelona, Destino, 2013.









jueves, 25 de abril de 2013

Siempre nos quedará Caballero Bonald


Esta mañana -después de las aplastantes derrotas del Barça y el Real Madrid- he escuchado en la radio: "Ya no nos queda ni el fútbol". En un contexto económico depresivo y en medio de un ciclo político verdaderamente abominable, con los aldabonazos informativos de una corrupción enquistada en los resortes del poder político y las más altas instancias del Estado, y perlas como la del torero homicida o la tonadillera blanqueadora de dinero, estos resultados deportivos son un auténtico jarro de agua fría para el poco entusiasmo que pueda quedar aún en los sufridos españoles.
  Pero yo me atrevo a lanzar un mensaje de optimismo: Señores, siempre nos quedará la literatura. Los escritores no son derrotados por sus colegas alemanes (Vargas Llosa humillado, por ejemplo,
por Günter Grass), ni hay posibilidad de perder una copa (unos objetos de dudoso metal, vacíos por otra parte, que se entregan a los campeones del deporte) y hasta puede haber mujeres en las altas esferas de la literatura (estoy pensando en la española Ana María Matute, en la canadiense Margaret Atwood o en la alemana Christa Wolf), cosa que no ocurre en las categorías superiores del fútbol, donde hay que tener ciertas hormonas y conductos espermáticos para poder participar.
  Siempre nos quedará la literatura, repito. Perfecta como un huevo, rica como un jamón, valiosa como un diamante. Siempre nos quedará la belleza de la literatura, su afán expresivo, su riqueza emocional, su valor intrínseco. El Borussia-Dortmund no puede venir y ningunear el valor poético de José Manuel Caballero Bonald, su riqueza lingüística, su fina ironía, su perfección formal.
  Desengáñense: el fútbol es también derrota; la literatura sólo triunfo, gozo triunfante.
  Frente a la calamidad deportiva o una derrota puntual, siempre nos quedará Caballero Bonald.

martes, 22 de enero de 2013

Lance

¡Qué extraño lance el de Lance! Lance usted una piedra (o mil ataques) en contra del deporte y no coneguirá más  que este señor, él solito. Pues ha mostrado la esencia del deporte de competición, la sucia mentira sobre la que se ha erigido toda la actividad deportiva (el que no se dopa es un pringado y nunca conseguirá nada).
Creo que sus hazañas, puestas en un libro, no las querrán ni en librerías de lance...
¡Qué triste des-en-lance! Pero qué didáctico.