miércoles, 29 de septiembre de 2010

Día de San Miguel

Ni San Miguel arcángel que viniera con su espada flamígera conseguiría dar marcha atrás en la reforma laboral. No es un decretazo particular del gobierno (como sí lo era en el año 2002 bajo el mandato de Aznar) sino una ley aprobada hace más de tres meses por el Congreso de los Diputados. Después de ser aprobada esa ley, creo que hubo un bonito campeonato de fútbol de carácter mundial y luego un plácido período estival, un inicio de curso político....
No quiero decir dónde estaban esos sindicalistas y esos huelguistas mientras se aprobaba esa ley y aparecía editada en el boletín oficial y comenzaba su andadura. Sabida es la tirria que le tengo al fútbol y no quiero que me tachen de tendenciosa.

(En la ilustración, una tabla del siglo XV, de la Fundación Lázaro Galdiano, con San Miguel y donantes).

martes, 21 de septiembre de 2010

Qué hacer

¿Qué hacer el día de la huelga general? Yo aconsejaría a todos los trabajadores en huelga que, aburridísimos de estar en sus casas y no acudir a sus centros de trabajo, repasen el vídeo de la gran derrota de fútbol en el pasado mundial de la Roja frente al país de Heidi y de la vaquita Milka (vulgo Suiza). Y así comprenderán el origen de sus desdichas. Pues mientras la heroica selección española, henchida de sangre numantina y antinapoleónica, caía ante el modesto equipo alpino, se estaba votando la reforma laboral, con el mayor retroceso de los derechos de los trabajadores desde el mismo origen de lo conceptos de "trabajador" y de "derecho". Ese mismo día se estaban cercenando los derechos sociales de miles de trabajadores, votándose la ley en el Congreso. Pero a nadie parecía importarle un pimiento.
Ahora creo que Iker Casillas va a donar sus emolumentos mundialistas (la pasta gansa que hemos tenido que pagarle todos, me refiero) a los trabajadores que van a perder el salario del día por hacer huelga.

viernes, 10 de septiembre de 2010

El local

Aunque no lo crean muchos de los amables lectores de este blog, yo suelo pasear de vez en cuando. Bajo a la playa desde mi atalaya privilegiada y camino, sin prisa alguna, junto al mar un ratito (tampoco mucho, que cansa). Durante el mes de agosto, pasaba junto a un local que estaban remodelando. Yo me preguntaba qué demonios pondrían allí. Al lado hay un par de establecimientos culturales (de la cultura del alcohol y el café, me refiero) y una peluquería. Lo que a mí me vendría bien sería una librería enorme, tipo Fnac, pensaba yo. O, bajando el listón, una papelería con novedades Planeta, por lo menos. No, no iba a ser eso. Bueno, pues que sea una tienda de ésas que no cierran las 24 horas, que también te saca de más de un apuro. O, ya puestos, un Mercadona, que hay que comer todos los días.
Anteayer se resolvió el misterio: el local no es ni más ni menos que un studio...gym. Es decr, un lugar donde decenas de criaturas humanas machacarán sus cuerpos a cambio de dar sus euros de crisis todos los meses, puntualmente. Y verán sus sueños de un cuerpo perfecto también puntualmente irrealizado.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Príncipe de Asturias

Menos mal que este año no me dan el Premio Príncipe de Asturias. No es porque no tenga modelito con el que acudir, que eso con una vuelta por Mango se soluciona, sino por no coincidir con la Roja. Qué fastidio tener que aguantar el rollazo del discurso real con Casillas al lado. Y no poder decirle, en realidad, lo que pienso del deporte y de todos los que viven de la nada del deporte....
Claro que cómo explicarle, con brevedad y para que lo entienda, que mis argumentos son ontológicos, antropológicos y, sobre todo, feministas.