miércoles, 28 de julio de 2010

Toreo


No, yo no soy partidaria de prohibir el deporte. Ni los toros. En éstos hay un interés menor que proteger, que es la vida de un animal. Y ese interés no lo vamos a equiparar con la defensa de derechos humanos. Hasta ahí podíamos llegar. No me convencen los defensores de los derechos de los animales. Más bien me parece que el arte de la lidia ni es arte ni nada, sino una degradación del gusto humano: tantas cosas que hacer en el mundo, para regodearse en la muerte de un toro o de un torero, que es el no va más de un aficionado (haber contemplado la cornada mortal de Paquirri o de Manolete).
Como el deporte, el toreo es un reducto inexpugnable del machismo. Pero no lo prohibiría. Sencillamente me parece más inteligente esperar a que se degrade por sí solo.

lunes, 19 de julio de 2010

Oranje



También es mala suerte: salir huyendo de España en plena resaca post-mundial...e ir a caer en Ámsterdam el día en que celebraban el subcampeonato en el centro de la ciudad...En el Museumplein, para más recochineo, a espaldas del Museo Van Gogh y el Rijksmuseum.
Ya debió escamarme que a la salida del aeopuerto de Schiphol hubiera unos enormes macetones con liliáceas de color naranja, intensamente naranja.
Si es que era martes y trece, qué le vamos a hacer.

miércoles, 7 de julio de 2010

Ilustración



Contra la barbarie, ilustración. Contra el deporte ¡todo! Incluso unas actas sobre la Ilustración....Mi persona humana escribió un modesta contribución al esclarecimiento de un aspecto de la obra literaria de la más modesta aún figura del XVIII español: Juan Pablo Forner. Su relación con el concepto de naturaleza (toma ya). Pero el texto hasta tenía su gracia, ya que terminaba con el poema de Forner titulado "Los vicios de Jazmín", que versa sobre sobre un perrúnculo molesto y maleducado. Con todos los vicios de su ama, claro.