
La cumbre de Copenhague ha sido un auténtico fracaso. Pero ¿qué importa? Un equipo de fútbol barcelonés ha tenido un éxito fulminante en no sé qué competición exótica y eso abre informativos y los corazones henchidos de gozo de los hinchas. El calentamiento global, que se chinche.
Cuando el Sahel llegue al Congo y los Pirineos sean la frontera norte del neo-Sáhara, se valorarán en su justa medida esos triunfos deportivos.