domingo, 23 de junio de 2013

Derecho al pataleo




Frente a las situaciones que nos indignan, por lo menos el derecho al pataleo.
Lo malo es que la mayoría prefiere las patadas al balón.
(Me gusta la imagen; es como una trasposición contemporánea del pie de la Inmaculada Concepción católica pisando el reptil del Mal -el demonio- enroscado en el globo terráqueo...)

Protestas en Brasil

Los brasileños protestan. Protestas masivas en Säo Paulo, protestas en Brasilia. Lo que comenzó siendo una protesta puntual contra la subida de los precios en los transportes, se ha convertido en un grito contra la corrupción y el despilfarro generalizados. Con un mundial de fútbol en lontananza y la Copa confederaciones en juego ahora, parece que los presupuestos se han inclinado escandalosamente hacia las inversiones en infraestructuras deportivas y no hacia la inversión en educación y sanidad.
A ello se unen situaciones de pobreza y de violencia estructurales sobre los que quiere llamar la atención la ONG que ha organizado la performance de los quinientos balones en la playa de Copacabana (ver fotografía). Ah, pero el fútbol sigue, es decir, el negocio de un puñado de ventajistas y el lucimiento de unas cuantas docenas de deportistas -hombres todos, por cierto. En un país emergente y de inmensas posibilidades, como es Brasil, gobernado por una mujer.