miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Príncipe de Asturias

Menos mal que este año no me dan el Premio Príncipe de Asturias. No es porque no tenga modelito con el que acudir, que eso con una vuelta por Mango se soluciona, sino por no coincidir con la Roja. Qué fastidio tener que aguantar el rollazo del discurso real con Casillas al lado. Y no poder decirle, en realidad, lo que pienso del deporte y de todos los que viven de la nada del deporte....
Claro que cómo explicarle, con brevedad y para que lo entienda, que mis argumentos son ontológicos, antropológicos y, sobre todo, feministas.

4 comentarios:

Uno dijo...

Yo creo que sabían que ibas a ir de Mango y te han sacado de la lista.
No dejes que el deporte te impida ver el bosque. ¿Y si en la ceremonia ligas con Puyol? U otro.

HLO dijo...

Hombre, yo sé que soy muy atractiva, pero eso de ligar en las ceremonias éstas es un poco difícil. Y aunque trapos de firma no tengo, sí poseo un activo: sé caminar con tacones de catorce centímetros. Palabrita del niño Jesús. Y tengo el récord de resistencia sobre ellos en nueve horas y cuarenta y cuatro minutos.

(Por cierto, Uno: el mes que viene presento mi novela; ya te tendré informado).

Uno dijo...

¡Tu novela! Por favor quiero saberlo todo. Cómo, cuándo y dónde. Y enhorabuena.
Uy qué alegría que me has dado.

HLO dijo...

Pues ya pronto, ya pronto. Me alegro de que te alegres, Uno.