miércoles, 11 de agosto de 2010

Educación no física



Sándor Márai escribe en sus memorias esta evocación de sus años escolares, en una institución con religiosos pero que él mismo adjetiva de "liberal":

"La mayoría de los profesores eran religiosos, sólo las clases de educación física eran impartidas por un profesor laico, un hombre ya mayor que consideraba que sus clases debían servir, ante todo, para pasar un rato agradable, jugar y divertirnos como quisiéramos. El afán de establecer récords, tan de moda en nuestros días,aunque completamente ajeno a las escuelas inglesas, por otra parte basadas en la educación física, ese afán de destacar despreciable y despreciado no estaba presente de ninguna manera en nuestra educación". (pág. 168).

Sándor Márai, "Confesiones de un burgués". Barcelona, Salamandra, 2004.

6 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

O sea, compa Herminia, que el tipo más sensato, inteligente y abierto de mente (laico...) que Marai "sufrió" en su etapa escolar, fue su profesor de deportes. No debía, ni debe, ser tan malo el deporte, mujer. Más daño hace trabajar y aún no he encontrado ningún blog "No work" por la blogosfera (aunque supongo que es cuestión de buscar bien, que aquí hay de todo...).

Un abrazo y buen (y caluroso) veranito.

HLO dijo...

Bueno, Márai lo que dice es que en esa clase los dejaban jugar, no competían.
Yo no estoy en contra de que los niños jueguen -a la pelota, con una raqueta o con lo que sea. Lo que me da coraje es que los adultos hayamos convertido el deporte en algo tan importante en nuestra sociedad.
Y de lo de "no work", había una escritora francesa por ahí que reivindicaba trabajar lo menos posible; fingir incluso que se trabajaba: total, las nóminas llegaba igual...

HLO dijo...

Ah, y un yerno de Marx escribió un libro sobre el derecho a la pereza.

HLO dijo...

El yerno es Paul Lafargue y Corinne Maier la ecritora de "Buenos días, pereza" (una ironía sobre el título de Sagan).

Saludos.Y a seguir disfrutado del calor.

Uno dijo...

Un año, aprovechando un baile de profesores de educación física al principio del curso:
"Que se lo entregué a Don Julio que se lo llevó Don Antonio..." Me inventé un certificado médico que se dió por traspapelado y me eximió de hacer gimnasia. Me aburría el futbol pero la verdad es que no me desagradaba aquella "gimnasia sueca" como la llamaban ni los saltos con aparatos. Lo hice mas que nada por hacerme el listo.¿Por destacar? Luego me aburría mientras los demás hacían sus ejercicios pero sabía que ya no podía dar marcha atrás.
Esto te lo cuento, además, por si me da puntos.

HLO dijo...

Claro que te da puntos: eres el Único que ha contado experiencias similares, reforzando el contenido del blog.
Sigue así, Uno.