jueves, 21 de enero de 2010

Si el corazón pensara


" (...) desarrolló una intensa afición al fútbol, un juego al que de todos modos era prácticamente obligatorio entregarse en aquella extraña pedagogía de los salesianos; tan extraña que había acuñado este singular aforismo: niño que no juega, está malo o es malo. Así fue como el joven Domínguez alcanzó grandes habilidades en el manejo del balón, corriendo por la banda derecha, con tal de escapar del alevoso clérigo. También, dicha sea la verdad completa, porque su padre le había infundido una temprana pasión por el balompié, a través del culto al que siempre sería el equipo de todos sus desvelos, el Sevilla Club de Fútbol".


Antonio Rodríguez Almodóvar, "Si el corazón pensara".Madrid, Alianza Editorial, 2009; pág. 23.

2 comentarios:

Uno dijo...

La pasión futbolera se escapaba a mi infantil comprensión. Pero jugué, ya lo creo que jugué.
Ese "está malo o es malo" llevaba implicito un "es maricón" muy peligroso.

HLO dijo...

O peor todavía: "Es poeta".