Hitler, que ni siquiera aprendió a ir en bicicleta, esperaba del endurecimiento corporal de su juventud "el renacimiento de la nación, realizado mediante la crianza expresa de un ser humano nuevo". Con eslóganes como "Tu cuerpo pertenece a la nación" o "Tienes la obligación de ser sano", las Juventudes Hitlerianas propagaron la "obligación del fortalecimiento corporal" con motivación racista. (p. 40)
El deporte era la primera asignatura obligatoria en los horarios de servicio de las Juventudes Hitlerianas. (p. 39)
Guido Knopp, Los niños de Hitler. Retrato de una generación manipulada. Barcelona, Planeta, 2005.
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1 comentario:
Los alemanes fortalecieron su cuerpo, pero adelgazaron su cerebro… así les fue a ellos y al resto del mundo por extensión.
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