martes, 30 de octubre de 2007

Protextos.

¿Por qué ocupa el deporte un lugar tan desmesurado en las sociedades occidentales? No resulta fácil responder a esta pregunta. Según algunos, porque se solapa el capitalismo, lo genuinamente occidental (bussines is sport). Pero no es una mercancía o un conjunto de mercancías más. Lo chocante del deporte (lo insidioso, lo preocupante) es que se traviste con un conjunto de valores que lo convierten en el compendio de lo bueno y lo deseable del mundo. Con el resto de los productos del mercado, no ocurre así. Y en el caso de que ocurra, es relativamente fácil desmontar los mecanismos simples que llevan a la identificación indeseada o la confusión interesada (una colonia con el atractivo erótico o un coche con el poder), los propios de la publicidad y la propaganda en su sentido más rudimentario.

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