sábado, 26 de febrero de 2011

Patito negro

Ejem, sí, yo una vez estuve en una academia de ballet...Seis meses, para ser más exactos. Solo que se resintieron algo las asignaturas de estudio intensivo (aunque en Química me iba muy bien). No era una niña, tenía ya quince años. Pero me temo que más que un "cisne" era un "pato" con todas las de la ley. Un patito feo que sacaba muy buenas notas en Química.

viernes, 11 de febrero de 2011

Pericardio

Una de las técnicas que potenciarían la labor del corazón (y por ende, el rendimiento deportivo) sería la extirpación del pericardio. Libre de esa molesta membrana, el corazón podría (hipotéticamente) bombear samgre con una capacidad desconocida para cualquier ser humano normal y ello daría lugar a un atleta imbatible, una máquina sin competencia ni rival posibles.
Ahora bien, las consecuencias a largo plazo de esta intervención se desconocen, si bien no se descartan complicaciones que pudieran llevar a una muerte más o menos cercana.
Hoy por hoy, esto no es más que una simple ficción. Pero si se coconoce la técnica, a alguien se le ocurrirá ponerla en práctica, a buen seguro.
Los límites pues, de la intervención en la máquina humana con fnes deportivos rebasan hace mucho tiempo ya el puro concepto de dopaje (la ingesta o administración de sustancias que sirvan para incrementar el rendimiento deportivo). ¿Dónde están los límites? ¿Dónde los colocamos si no existe una reflexión teórica profunda, ni siquiera un consenso social generalizado? ¿Es ilícita una practica quirúrgica hecha en aras de una finalidad deportiva y no otra, por ejemplo; que se hace en función de la estética como un aumento del tamaño de las mamas?